A la hora de buscar un lugar dónde comer en Santander, un punto a favor del local es que nos ofrezca varias opciones sobre las que elegir, no solo en la carta, sino en lo referente al formato.
Una de las posibilidades que se ofrecen es la de los pinchos, pequeñas porciones de comida encima de una rebanada de pan que se han asociado tradicionalmente al aperitivo o como tentempié antes de las comidas principales. Aunque comunes desde hace muchos años en Santander y en el norte de España en general, en los últimos años han adquirido la categoría de obra de arte culinaria. ¿No os ha pasado nunca que, al ver un pincho de elaboración compleja, os han dado ganas de hacer una foto antes de comerlo? De empezar a elaborarlos con la base de productos tradicionales de la tierra como el bonito o las anchoas de Santoña, hoy nos atrevemos con combinaciones más atrevidas, introduciendo incluso recetas exóticas como el pollo al curry.
Algo que se está poniendo muy de moda en los últimos años en los lugares dónde comer en Santander es pedir raciones, lo que nos permite probar varios platos en pequeñas cantidades. Pueden ser frías o calientes. El embutido ibérico puede ser una posibilidad interesante si buscamos un producto de alta gama, pero a veces también nos pueden apetecer platos más populares como unas patatas bravas o unos callos bien cocinados.
Finalmente, hay que destacar la importancia de que un local cuente con un menú del día con varios platos a elegir y que, sin desmerecer la calidad, tenga un precio accesible porque eso nos permite decantarnos por una u otra alternativa.
En el Mesón Rampalay, en pleno centro de Santander, te ofrecemos todas estas posibilidades para que te decantes por aquella que más te apetezca.